Una de las actitudes más llamativas de algunos de los dirigentes del G-4 ha sido la autosuficiencia con la que han asumido sus acciones. Creen que nunca se equivocan, que todo lo hacen bien. Cuando algo no les sale bien, o el resultado no es el esperado, siempre encuentran una coartada, bien las marramucias del gobierno, bien pactos “secretos” que algún sospechoso tenga con el Chavismo. Cualquier excusa sirve, pero ellos siempre tienen la razón.

Así paso con las guarimbas. Convencieron a un gentío de la utilidad de esa protesta. Según los promotores salir de Maduro sería cuestión de semanas, solo había que marchar, llevar unos cuantos perdigonazos, y una buenas dosis de gas lacrimógeno y así darle volumen a las quejas contra el gobierno. Pues, fracasaron, embarcaron a medio país con ese cuento, y eso lo que trajo fue un centenar de venezolanos muertos de los cuales al final nadie se hizo responsable.

El golpe de los “Topochos” del distribuidor Altamira, prometieron que varias guarniciones se levantarían en solidaridad con ellos. Fracasaron, eso solo llevo a unos cuantos militares presos y otros exiliados en Colombia que abandonaron a su suerte. Eso también ayudo a crear una expectativa en aquellos que pudieron creer que el destino de los pueblos se puede decidir con un “golpe” de suerte.

Y así fueron cayendo cada vez mas de errores en errores, y fueron planteando mentiras tras mentiras, y seguían demostrando su ambición de poder sin importar a quien se llevaban por delante; así las cosas pidieron intervención de fuerzas militares extranjeras a su propio país, montaron la operación Gedeón, impulsaron un bloqueo infame, que si bien no ha sido el causante de la grave crisis económica que atravesamos, si ha sido el factor más importante en agravarla.

Su agenda política equivocada los llevó a cometer el error más grande que se puede plantear, impulsaron a que la gente dejara de desfilar por las urnas electorales con un gobierno con un poco más del 80% del rechazo. ¡Habrase visto tamaña estupidez! Impulsar una y otra vez abstención, liquidando así el voto masivo que era en realidad la única forma en que se podían generar los cambios que Venezuela necesitaba y necesita.

No conformes con eso, juramentan un tal presidente interino que nadie eligió, crearon esa especie de fantasía de que al ser reconocido por un poco más de 50 naciones, Maduro se iría. Fracasaron, Maduro sigue allí en Miraflores y no hay otros culpables que no sean ellos.

Capítulo aparte la gran cantidad de dinero que han manejado producto del saqueo de Monómeros y Citgo, de los cuales por cierto nadie ha rendido cuentas. Ninguno de los dos aguanta una auditoria.

En fin, esos “ofrecelotodo” se encuentran regados por todo el mundo, Miami, Madrid, Bogotá y pare usted de contar. Esos son los mismos que insistieron en falsificar la historia diciendo que no votando, absteniéndonos, Maduro saldría del poder en dos semanas.

Así ahora, muchos de los que apoyaron esas tesis, diciendo que “En dictadura no se vota” se lanzan al ruedo electoral con el mayor caradurismo y desparpajo, argumentando que ahora si la única vía para salir de Maduro es el voto. Qué descarados son.

Ese simplismo argumental, de babosa inmediatez, ahorita está chocando con el buen juicio de un pueblo que se ha dado cuenta que a Maduro hay que sacarlo de Miraflores con una acción política día a día, y no con una parada que en horas produciría un mágico resultado. El pueblo dejó de ser pendejo, sabe que todo eso fueron puras fantasías, y sabe quién dijo la verdad

Fantasías que en su momento y a la fecha ha venido denunciando Soluciones para Venezuela en voz de su máximo líder Claudio Fermín, contra quien desataron una campaña sucia mil millonaria de calumnias e improperios a través de agentes pagados en las redes sociales porque ponía en evidencia sus mentiras.

Sólo quieren escudar sus errores, sus mentiras y equivocaciones tildando de colaboracionista o vendido al gobierno a todo aquel que no se rinde a sus pies cual súbditos a sus pretensiones de usar fantasías para engañar al país.

Claudio Fermín y Soluciones para Venezuela le hablamos claro a los venezolanos. Frente al bloqueo planteamos la reactivación económica; frente a la guerra y el enfrentamiento planteamos el diálogo; frente a la abstención plantemos el voto como única vía para generar los cambios; frente a la invasión extranjera planteamos nuestro patriotismo argumentando que nuestros problemas debemos resolverlos los venezolanos.

Nosotros si dijimos la verdad, y eso no nos los perdonan, porque saben que al final quedó demostrado que……….
CLAUDIO TENIA LA RAZÓN

Marco Antonio Villarroel F.
Secretario Político Nacional Soluciones para Venezuela