Ejercer nuestro derecho a elegir es primordial para la reconstrucción de nuestras instituciones democráticas, hoy en ruinas. Nos conseguimos inmersos en una debacle sin precedentes históricos.

No tenemos ingresos por exportaciones petroleras, debido a unas sanciones infames que, buscando debilitar al gobierno, no han hecho otra cosa que desmejorar en un porcentaje muy alto la calidad de vida del venezolano.

No se recupera nuestra Pdvsa y su producción. No hay aportes impositivos al erario nacional. Aunado a eso, tenemos a los sectores productivos en el suelo, sin perspectivas de recuperación. Con una deuda externa e interna muy grande. Entonces, ¿qué hacer?.

Tenemos la obligación con el país que, desde la nueva Asamblea Nacional se impulse un gran acuerdo, donde participen y cooperen todas las fuerzas vivas. Los sindicatos, los gremios profesionales, las universidades, los empresarios, los productores, la iglesia; y así, entre todos, armar, acordar y establecer un plan de recuperación.

El ejecutivo, tiene que entender, que en el espacio y tiempo, no se puede gobernar un país en la condiciones en que esta Venezuela. Ya no sé trata de chavistas u opositores, se trata de rehabilitar y salvar al país.

Entre todos debemos tejer muy fino la urdimbre necesaria para materializar nuestra aspiración insoslayable y verdadera de un cambio en paz, democrático, para así reunificar a los venezolanos, dar a luz una nueva esperanza y mantener la fe en un mejor futuro para todos

Hagámoslo por Venezuela

Valor y pa’lante

Marco Antonio Villarroel F.

Secretario Político Nacional de Soluciones para Venezuela

Caracas 01 de Septiembre de 2020