El proceso de descentralización y desconcentración de competencias del poder público en Venezuela sigue en franco retroceso. Luego del gran avance que representó la escogencia de Gobernadores y Alcaldes por elección popular, con ello llegó también la elección de Legisladores regionales, concejales y miembros de las Juntas Parroquiales, estás últimas, suprimidas por el proyecto político que detenta el poder en el país, aunque parezca un lugar común, la descentralización siempre ha tenido como objetivo fundamental: acercar al Ciudadano a quien puede resolver sus problemas cotidianos

Lamentablemente el virus del centralismo va más allá de la concentración de funciones y capacidad de respuesta en las instituciones públicas nacionales, cuyos máximos jerarcas parecen olvidar que Venezuela no es sólo Caracas y las ciudades más pobladas de la República, que los habitantes del interior del país tenemos el mismo derecho, como ciudadanos de esta patria, a que se atienda y resuelva nuestros problemas del día a día, que cesen los apagones eléctricos, que corra agua por las tuberías, que llegue combustible, que las escuelas tengan pupitres y estén en buenas condiciones, que se reparen las carreteras y un sin fin de situaciones que nos afectan al igual que a todos los Venezolanos

Quienes habitamos en Estados fronterizos hemos sido olvidados por el poder central, muchos de nuestros pueblos son víctimas de constantes interrupciones eléctricas y ante sus quejas y protestas sólo reciben como respuesta: «eso sólo lo puede solucionar Caracas».

Lo mismo ocurre con, prácticamente, todos los servicios públicos, a pesar de que uno de los principales eslogan del Gobierno de turno es: «más poder para el pueblo»

Por otro lado, muchas ciudades y pueblos fronterizos están a merced de cuerpos irregulares ante quienes las pocas acciones del Gobierno central no son suficientes, en la práctica hemos perdido Soberanía territorial en buena parte de la frontera.

Ni hablar de nuestra moneda, aunque a alguna persona que viva en el centro del país le parezca exagerado: hay ciudadanos Venezolanos que hoy no han visto billetes (Bolívar) del último diseño que circula en el resto del país y no es exageración.

Han sido más de 20 años de abandono del Gobierno Nacional, cuya única incidencia en los pueblos fronterizos es el pago de los insuficientes salarios de los empleados públicos de la zona. Nunca más se construyó obra alguna de envergadura para mejorar el nivel de vida de los habitantes de la frontera, menos aún programas para favorecer el desarrollo económico o agroindustrial.

En Soluciones para Venezuela protestamos esta situación, reclamamos y exigimos atención igualitaria para todos los Venezolanos ya sea que vivan en Caracas o Puerto Ayacucho, en La Guaira o El Amparo, no pedimos privilegios sino igualdad.

Retomar el camino de la descentralización que quienes Gobiernan al país decidieron paralizar y poner en retroceso, aunque su ejecución y, en muchos casos buenas gestiones, había permitido el avance hacia el desarrollo local, para que los Gobernadores y Alcaldes puedan tener capacidad de respuesta al ciudadano, es una de nuestras banderas de lucha, sin importar en que partido milite el Gobernante Regional o local; además de medidas efectivas en defensa de la vida y seguridad de los habitantes de nuestra frontera.

Estamos decididos a promover la descentralización que, por cierto, parece haber contagiado a otros sectores del país en el ámbito político, dónde también se escucha la tristemente célebre frase: «eso lo decide Caracas»; en este partido respetamos los liderazgos locales, sería hipócrita defender la descentralización de funciones publicas y mantener una posición político partidista absolutamente centralizada.

Soluciones para Venezuela es un partido Democrático y ello implica la defensa y promoción de todos los aspectos de la vida pública que favorezcan ese sistema de Gobierno.

         Franklin Martínez

Soluciones para Venezuela