Hay que reaccionar ante lo que vive el país como asedio permanente.
Por un lado, mientras el gobierno, casi siempre con el mismo ritornelo, habla solo él y para él. Nunca sus anuncios son para decirle al país sobre proyectos en materia educativa, industrial, agrícola, salarial, laboral, servicios públicos ni temas de amplio interés nacional.
Por otro lado, amplios sectores opositores, desde hace un año están concentrados solo en las elecciones primarias y presidenciales de 2024.
Ante estos extremos, hay que reaccionar y no cesar en el empeño de visibilizar y acompañar las luchas populares por resolver problemas latentes como las exigencias de mejores salarios, pensiones y contratos colectivos. Para que se discutan presupuestos gubernamentales que contengan respuestas a las necesidades de mejorar los servicios públicos, obras de infraestructura, salud, educación, equipamiento urbano, vialidad y promoción al desarrollo económico de las regiones.
Los extremos del gobierno y sectores opositores, actúan descontextualizados de la realidad. Sus discursos y llamados en nada se parecen a las urgencias socio económicas de la ciudadanía.
En términos prácticos ambos promueven un adelanto de campañas electorales para diferentes cargos de representación popular.
La matríz de opinión que va copando la escena, de manera soterrada, inteligente y diplomática son las presidenciales, tal como si fueran para próximos días. Cuestión que se agudiza con el falso positivo de que habrá adelanto de elecciones.
El inmediatismo vuelve a la carga y crea condiciones para profundizar la polarización, que excluye y sataniza del ámbito político a quienes no compartimos la opinión de ambos actores.
Cuando observamos la negociación directa entre EEUU y el gobierno venezolano, el creciente desconocimiento internacional al mal llamado gobierno interino y las licencias petroleras casi otorgadas a Chevron y otras compañías del mundo para actuar en el país, podemos creer que hay muy pocas razones para pensar en un adelanto de elecciones presidenciales, pautadas constitucionalmente para el 2024.
Observamos en el panorama muchos candidatos presidenciales y ningún programa de gobierno que exprese los verdaderos intereses nacionales de cambio.
Son candidatos sin banderas, sin causas, solo los anima las ansias del poder en sí mismo.
Los derechos de los pensionados, trabajadores, agricultores, mujeres, damnificados por las lluvias, discapacitados, entre otros, son las verdaderas razones por las que hay que luchar hoy y lograr conquistas para esos sectores vulnerables y no como piensan los que adelantan la campaña electoral, que hay que escoger el candidato ya y seguir esperando 2 años para ganar la presidencia y después resolver los problemas. Nada más falso que esa máxima. La gente y el país son primero.
El adelanto de las campañas electorales, opaca la búsqueda y lucha por solucionar los problemas sociales.
Las primarias, hoy enarboladas por los acérrimos abstencionistas de ayer, son una estrategia de imágen para aparecer ante el público como los más electoralistas y participacionistas y quien no participe en ellas, entonces será por ellos catalogado de traidores y vendidos al gobierno, así razona el extremismo manipulador y picaron, para restar adversarios.
Eso del adelanto de las elecciones presidenciales, las primarias, el candidato único, son un caldo de cultivo que deviene en un creciente aumento de la polarización política, que ya la hemos vivido en carne propia, engatuzando al pueblo para que no preste atención a posiciones diferentes a esos extremos polarizados.
Soluciones Para Venezuela se cuenta entre los venezolanos que no estamos de acuerdo con el monólogo poco productivo del gobierno, ni con los sectores agrupados en la Plataforma Unitaria, MUD, G4 y otros, que solo están dedicados a una carrera electoralista para las presidenciales del 2024, sin colocar en su agenda las luchas reivindicativas del pueblo .
Continuaremos promoviendo el encuentro con sectores patriotas, nacionalistas y democráticos, con el fin de levantar una alternativa para el cambio real y progresista en la nación.
Nuestras banderas son los reclamos sociales de los connacionales que necesitan agua, electricidad, créditos bancarios accesibles para trabajar, trabajo estable y productivo, mejores hospitales y una urgente ley de emergencia salarial, que reivindique a todos y especialmente a los pensionados.
Somos una alternativa ante el fracaso de los extremismos polarizados, seguiremos haciendo esfuerzos importantes para hacernos visibles y creíbles ante el país nacional. Nuestra agenda la definimos apegada a la constitución nacional, con autonomía y la firmeza suficiente, para aclarar quienes son los falsos profetas, que con sus exclusiones, postramiento a intereses extranjeros, inmediatismos y agendas ocultas, han contribuido a aferrar más al poder a este maula y fracasado gobierno.
Somos venezolanistas. Venezuela y su gente son primero!!
Atte Miguel Vázquez
Cumaná 23 Noviembre 2022