Después de más de 22 años de estrategias equivocadas, de fracaso en fracaso: NO Votar, intervención militar extranjera, exigiendo la aplicación de sanciones económicas las cuales, aunque no fueron el origen de nuestros males, sí contribuyeron a empeorar la situación del país dándole, de paso, argumentos al gobierno para justificar su nefasta política económica. Tardíamente estos señores seudos «dueños de la unidad» (unidad de 4 Partidos) descubren qué la salida no son las guarimbas, ni mucho menos la abstención y que en consecuencia abandonar los espacios no es la vía correcta. Deciden entonces participar, pero anteriormente montan toda una campaña de descrédito contra los que no comparten la tesis del bloqueo económico, ni mucho menos la abstención, y que tampoco dan como bueno un intinerato que no existe en nuestra Constitución.
Alacranes, Traidores, Vendidos, fue algunos de los epítetos puestos a circular, en medio de una campaña de odio en contra de connotados dirigentes de oposición, por no hacerles la comparsa en criterios que no compartían y que el tiempo ha demostrado que eran estos dirigentes los que, a riesgo de exponer su liderazgo, le decían al pueblo la verdad.
Hoy en un intento de madrugonazo y como el camaleón «cambiando de color,» perdón… cambiando de nombre o denominación tratan de encallejonarnos en una estrategia equivocada, amén de las anteriores cometidas en estos 23 años. Tratan ahora de concentrarnos en unas primarias. Se autoproclaman como jefes, dueños de la UNIDAD, tratando de revivir un chantaje que en anterior oportunidad les dió resultado, cuando lo que están demostrando, una vez más, es la práctica del sectarismo, la aplicación del divisionismo.
El pueblo quiere de sus dirigentes una actitud UNITARIA. La unidad en la defensa de mejores salarios, el pueblo quiere ver a sus dirigentes en unidad clamando por no más colas para surtirse de gasolina, el pueblo quiere, exige de sus dirigentes la unidad para el reclamo de mejores servicios públicos, tales como el servicio eléctrico y el suministro del agua potable, los cuales son una de las peores calamidades del pueblo zuliano.. El pueblo quiere ver a sus dirigentes unidos haciendo propuestas para la recuperación de nuestra economía, para el desarrollo de la agricultura, mejoramiento de las vías de comunicación. Los pequeños, medianos y grandes empresarios necesitan seguridad jurídica que les garantice sus inversiones, nuestros agricultores requieren de apoyo técnico y financiero. En fin, el pueblo venezolano clama la unidad pero no para elegir un mesías sino para el mejoramiento de su calidad de vida.
Sin embargo, en un error estratégico estos señores piensan que lo único que necesitamos los venezolanos, ante la caída del gobierno interino, es un candidato y de paso que sea representante de sus Partidos.
Será en 2024 cuando el pueblo decidirá a quien elegir y por quién votar.
La oposición seria y verdadera será aquella que manifieste coherencia con el reclamo real de un pueblo que deambula en la búsqueda de un mejor vivir y no aquella que negocie para dentro de casi 3 años tratar de llegar al poder. ¿Y mientras, el pueblo qué?