Cuando en nuestro país se habla de sus problemas o las soluciones, generalmente las respuestas son orientadas al ámbito político, y en consecuencia, siempre se dice que deben ser resueltas en Caracas, incluyendo la escogencia de candidatos a cargos de elección popular. A un lado, casi en el olvido suele dejarse al ser humano que habita cada barrio, cada caseríos y cada pueblo de la geografía nacional, es decir, parece que el sentimiento, las inquietudes, los liderazgos y los valores de esa gente no cuentan en algunos casos, para nada en la toma de decisiones.
Siempre he pensado que el habitante de cada estado del país y sus reservas morales deben ser el centro neurálgico de cualquier gestión que tenga que ver con la suerte de su región.
Viene un nuevo proceso electoral para la escogencia de gobernadores, alcaldes, concejales y legisladores regionales. No seamos nuevamente mezquinos, he visto y me he encontrado que centenares de personas que tenían tiempo sin activar, sin ir a la casa de sus partidos, han comenzado a retornar, incluyendo los que en su terquedad y estrategia fracasada llamaban a no votar.
En las regiones se nota camaradería, personas que tenían tiempo riñendo, en polémicas estériles, intrascendentes; bueno, se han reconciliado alrededor de la opción de votar de nuevo y recuperar con liderazgos locales espacios en sus regiones.
¿Varios frentes? Si, y a estas alturas creo va a ser inevitablemente así. Pero ¿Por qué no dejar que en las regiones si es posible lograr entendimientos, concordia entre todos los flancos no hacerlo? Cuando la razón por la cual se invita a la gente a luchar no es una razón de distanciamiento,ni de disociación, sino una convocatoria para alcanzar objetivos comunes. ¿Por qué no dejar que sea así?
No caigamos de nuevo en el error «cogollerico» de escoger candidatos en un pequeño grupo, a oscuras, en penumbras, no. Que sean los ciudadanos que están promoviendo líderes en comités locales, en vecindarios, en los barrios, que están invitando a votar por ellos sean los que vean capitalizar sus esfuerzos y así estimulen más la participación.
Son ellos,l os que están en el día a día llamando a la gente de nuevo a participar, los que deben lograr que ese domingo 21 de noviembre sea una fecha que este apartada en la agenda para todo el que tenga oportunidad de votar lo haga, y lo haga por los mejores, son ellos los capaces de lograr que se produzca esa concurrencia,porque a este país le está haciendo mucha falta demostrar que cuando se exige la participación, que cuando pedimos el estar presente en la toma de decisiones, esa solicitud no se pierda, sino que realmente la gente participe.