Ante la inminencia de las elecciones para escoger diputados y diputadas a la Asamblea Nacional, por mandato Constitucional y no por capricho de algún sector político del país, los jefes de algunos partidos opositores intentan revivir el fantasma de la abstención, desde ya inician campañas mediáticas para convencer a los venezolanos de renunciar a su derecho al voto y seguro seguirán invirtiendo mucho tiempo y recursos económicos en ello.

En 2018 tomaron el mismo camino, abonaron en la mente de los ciudadanos la idea que renunciar al derecho a votar traería consigo alguna fórmula mágica que produciría de inmediato el cambio político. Ese absurdo planteamiento estuvo luego acompañado de la autojuramentacion bajo un alegato jurídico traído de los cabellos que intentó convertir un acto inconstitucional en una gesta heroica. Mientras, Maduro seguía en el poder.

Luego vinieron los clamores al Gobierno de EEUU para que intensificara las sanciones económicas contra el país, con el perverso fin de que el pueblo venezolano, hambriento y hastiado, saliese a las calles a enfrentar una casi segura represion y así las trágicas circunstancias los llevarían al gobierno. Mientras, Maduro seguía en el poder.

Ofrecieron ayuda humanitaria “sí o sí”, jugaron, una vez más, con la necesidad de un pueblo sumergido en una profunda crisis que generó el gobierno y agravaron las sanciones que ellos promovieron; en esa oportunidad también se realizó un concierto en la frontera donde se recaudó una importante cifra de dinero para “ayudar” a los venezolanos, hasta la fecha la opinión pública desconoce qué ocurrió con esos cobres. Mientras, Maduro seguía en el poder.

Intentaron promover una rebelión militar desde Altamira (aunque no falta quien crea que el único fin de ese espectáculo fue liberar al jefe político de sangre azul que se considera ungido por la providencia para ser presidente de la República), cuyo principal recuerdo es una guacal lleno de plátanos. Mientras, Maduro seguía en el poder.

Contrataron, con dinero de todos los venezolanos, mediante documento escrito a mercenarios extranjeros para irrumpir en territorio patrio y forzar el cambio político por la vía de las armas, de eso fundamentalmente recordamos que no pagaron completo y sus contratados contaron todo. Mientras, Maduro seguía en el poder

Es necesario resaltar que cada uno de estos fracasos forman parte de una estrategia que inició con la ABSTENCIÓN de 2018, el intento de reedición de la misma estrategia promoviendo desde ya abstención para elecciones parlamentarias nos hace presagiar (por no decir que se tiene la certeza) que será el inicio de otra serie de fracasos que no producirán cambio alguno, sino que favorecerán que Maduro se mantenga en el poder.

En Soluciones para Venezuela creemos en un camino distinto, el camino del voto para dar inicio al cambio político, no jugamos con la esperanza y menos aun con la necesidad del pueblo venezolano, no vendemos fantasías ni pintamos pajaritos preñados, apostamos a la reconstrucción de las instituciones del país, a la despartidizacion del ejercicio de la función pública en la que el Estado y los recursos que administra sean manejados con transparencia y se inviertan en beneficio colectivo

Por esas razones, por nuestro compromiso con el futuro del país, por ser un movimiento popular organizado en partido político, porque nuestra prioridad es Venezuela y porque creemos que el cambio debe venir por vías constitucionales hacemos un llamado a la conciencia de cada venezolano para que juntos y organizados acudamos masivamente a escoger una nueva Asamblea Nacional que represente dignamente los verdaderos intereses de la gente y no de pequeños grupos partidistas. Renunciar al voto no puede ser una opción para quienes deseamos cambio sino nuestra principal arma para propiciarlo.

Franklin Martínez

Soluciones para Venezuela