Madre, que difícil es definir esa palabra hoy en Venezuela, dónde la crisis agobia y arrincona a los venezolanos. En estas circunstancias que nos rodean, la madre venezolana desempeña labores en el hogar y en el ámbito profesional, más aun, muchas veces también tiene que desempeñar el rol de padre. El día a día de la madre venezolana está marcado por el diario peregrinar, de cola en cola en busca del sustento para el hogar. Ser Madre en Venezuela, significa levantarse de madrugada, preparar el desayuno y almuerzo, preparar los niños para sus clases, dejar todo impecable, alistarse y salir a trabajar. Muchas son profesionales, a otras les toca salir a calle sin ninguna profesión a buscarle el sustento para su familia. Asi, la madre venezolana se ha convertido en una luchadora con una destacada participación en la sociedad hoy en día.

Las circunstancias de vida, de país, a veces sin un trabajo formal, sin el apoyo de un compañero, viviendo en pequeños cuartos con sus hijos, han hecho de las madres venezolanas valientes súper heroínas que conservan su nobleza, alegría, calidez y sus sueños y participan activamente en la construcción del país.

La participación en la igualdad de condiciones, le ha permitido a la mujer que cumple el rol de madre, desarrollar actividades políticas en diversidad de organizaciones y espacios en organizaciones vecinales, espacios comunales, espacios productivos familiares. Adicionalmente, también tiene presencia en los poderes legislativo, judicial y ciudadano y ademas participación electoral. Esta acción política es muchas veces ignorada pero tiene un gran significado debido a que esta relacionada con la necesidad de resolver problemas de la vida cotidiana, a la mejora de sus condiciones de vida. Con esto se ha podido crear un nuevo tejido social, una nueva conciencia de identidad política.

Ser Madre y mujer en la Venezuela de hoy tiene un protagonismo único. Es necesario y justo trabajar sobre el rol de la mujer, de la madre venezolana. Luchar por una educación de calidad, salud, seguridad social y trabajo justo.

La situación del país ha hecho de la Madre en Venezuela, un ser único que manteniendo su feminidad, es una luchadora incansable por el bienestar de la familia.

Ya lo dijo alguien: «Cómo Dios no puede estar en todas partes a la vez, creo a la mamá»

Valor y pa’lante

Nirosqui Hernández